jueves, 9 de enero de 2014

Cinco reformas económicas por las que los jóvenes deberíamos estar luchando: Más sobre la Renta Básica Universal

La corta vida de este blog ya me ha dado varias alegrías: intercambio de ideas y pensamientos y la posibilidad de conocer y colaborar con otras personas que investigan nuevas posibilidades sociales, como la Renta Básica Universal de la que os hablé en mi primer post. Es una idea que está cogiendo tal fuerza, que en algunos lugares como Suiza ya están pendientes de organizar un referéndum sobre el asunto y en Bulgaria se consiguieron 1.200 firmas de apoyo en tan solo 7 horas.  A continuación, os dejo la traducción de este artículo de Jesse A. Myerson publicado el 3 de enero en la revista Rolling Stone. Esta vez la voz parte de Estados Unidos, pero las prioridades y metas son las mismas:


CINCO REFORMAS ECONÓMICAS POR LAS QUE LOS JÓVENES DEBERÍAMOS ESTAR LUCHANDO

Trabajos garantizados, rentas básicas incondicionales, banca pública y más.

Es un nuevo año, pero algo no ha cambiado: La situación económica sigue empeorando. Cinco años después del derrumbe de Wall Street, los banqueros-tahúres americanos no han hecho más que enriquecerse, mientas grandes sectores del país todavía se ahogan en la deuda personal, decenas de millones de americanos permanecen desempleados y los nuevos trabajos que se crean son por salarios escandalosamente bajos, mediante subcontratación o trabajos devaluados a tiempo parcial.

Los jóvenes hemos sido especialmente golpeados por la crisis, motivo por el cual tanta gente de mi generación (yo incluido) miramos al capitalismo con un nivel de desconfianza que hubiera sido impensable hace una década. Pero ese impulso igualitario, con frecuencia no se ve acompañado por propuestas concretas acerca de cómo deberíamos salir de esta catástrofe. Aquí hay algunas cosas por las que quizá queramos empezar a luchar, y pronto, si queremos envejecer en una sociedad simplemente justa, en lugar de en el infierno económico que nuestros padres nos han legado.

1- TRABAJO GARANTIZADO PARA TODOS
El paro empeora. La solución más fácil y directa para el gobierno es garantizar que todo el que quiera contribuir productivamente a la sociedad, pueda ganarse la vida dignamente en el sector público. Hay millones de personas que quieren trabajar y hay un montón de trabajo que hacer, es una obviedad. Y esta idea no es tan radical como podría sonar: es parecida a lo que la Administración de Progreso Laboral federal hizo posible durante el New Deal de Roostveelt; y el doctor Marthin Luther King Junior defendió públicamente el trabajo garantizado en el sector público en la década de los 60.

Un trabajo garantizado con un salario digno frenaría las escaladas de precios, mejoraría las condiciones de los trabajadores de megacorporaciones como Walmart o McDonalds y del tipo de trabajos que suelen realizar los pobres o parados de larga duración, personas para las que la retribución económica convencional apenas se estira lo suficiente. El sistema se expandería automáticamente en los momentos de bajada del sector privado y se contraería en los momentos de subida, equilibrando el ciclo económico y enviando a las personas de unos trabajos a otros en lugar de del trabajo al paro, cuando las cosas se ponen feas.

Algunos economistas han propuesto que se podría crear garantía de empleo a través de actividades desarrolladas tradicionalmente en el sector sin fines de lucro, lo que haría aún más sencillo adaptar el trabajo al trabajador. Imagina un mundo donde la gente pudiera aportar las habilidades que más le inspiran: enseñar, trabajar en una granja urbana, descontaminar el medio ambiente, pintar murales... en lugar de dedicarse al telemarketing o a cualquier otra actividad estúpida que los jefes necesitan que sean hechas para incrementar sus millones. Suena bien, ¿no?

2- SEGURIDAD SOCIAL PARA TODOS
Pero pensemos un poco más a lo grande. Porque mientras el desempleo empeora, también lo hacen los trabajos. ¿Qué pasaría si la gente no tuviera que trabajar para sobrevivir? Incluyamos la idea pasmosamente sencilla de una renta básica universal, según la cual el gobierno simplemente ingrese una cantidad mensual suficiente para la subsistencia en la cuenta corriente de cada ciudadano. Una propuesta de este tipo ha ido ganando peso en Suiza y está empezando a acaparar un montón de atención también aquí. 

Vivimos en la era de las impresoras 3D y los robots inteligentes. Los trabajadores humanos reales cada vez representan un mayor excedente con respecto a los trabajadores requeridos, uno de los principales motivos de que el problema del desempleo sea tan grave. Una renta básica universal atajaría este problema desde la raíz, y ofrecería a todo el mundo, en palabras de la profesora de Duke, Kathi Weeks, "tiempo para cultivar nuevas necesidades relacionadas con el placer, las actividades, sentidos, pasiones, afectos y relaciones sociales que van más allá de las opciones de trabajar y ahorrar, producir y acumular".

Dicho de otra manera: Una renta básica universal, combinada con el trabajo garantizado y otros programas sociales, harían de la contribución a la sociedad una labor realmente voluntaria, además de permitir a las personas tener una vida.

3- RECUPERAR LA TIERRA
¿Alguna vez te has fijado en cómo empeoran la situación los propietarios del suelo? Realmente, no hacen nada para ganar su dinero. Simplemente reclaman su propiedad sobre los edificios, y cobran a la gente que trabaja para ganarse la vida la mayor parte de su salario por el privilegio de vivir en unas cajas que normalmente ni siquiera han construido y raramente mejoran. En unos años, el dueño de mi edificio probablemente lo venderá a otro propietario y se hará con el apreciado valor del suelo, de la tierra que también dice poseer, el cual será libre de impuestos, mientras vuelva a convertirlo en bienes raíces. 

Piensa en lo estúpido que es esto. El valor del suelo no tiene nada que ver con mi ocioso y lejano casero, sino que refleja la existencia de parques cercanos, bocas de metro y tiendas, a las que tengo acceso gracias a mi comunidad y al sector público. Así que, ¿por qué no son la comunidad y el sector público sobre los que repercute este valor y lo emplean en fines que nos beneficien a todos? Por el capitalismo, por eso.

La forma más sencilla de darle la vuelta a la tortilla es un simple impuesto sobre el valor de la tierra. Al ir dirigido a los ricos propietarios de los bienes raíces y a sus fiestas gratuitas, podríamos luchar directamente contra la desigualdad y la pobreza, hacer imposibles las desastrosas burbujas de precios y frenar la horrible inflación de Wall Strret. Hay otras ideas frescas por ahí, además: Los propios municipios podrían ser los principales propietarios, y los grupos podrían incluso crear fideicomisos de tierra comunal a gran escala, donde la tierra se gestionaría entre todos. En cualquier caso, tenemos que dejar de permitir a los ricos que hagan como si les perteneciera en exclusiva lo que la naturaleza nos ha otorgado a todos. 

4. HACER DE TODO LA PROPIEDAD DE TODOS
Los avaros empeoran. Tomemos, por ejemplo, el famoso uno por ciento cuya titularidad sobre el capital social de este país ha acarreado tan terribles desigualdades. "Capital social" hace referencia aquí a dos cosas: los edificios y equipamiento que los trabajadores usan para producir mercancías y servicios, y las acciones y bonos que representan la titularidad de los mismos. El diez por ciento más importante de los grandes propietarios de los medios de producción, lo es porque posee el 80% de todos los activos financieros.

Este dato significa que hay un camino, una manera más fácil de colectivizar la propiedad de la riqueza que tener que organizar levantamientos que se apoderen de los aviones y los almacenes reales y esas cosas: Simplemente, comprar sus bonos y acciones. Cuando el gobierno haga eso, estará creando un fondo de riqueza soberana. Piensa en ello como un gran fondo de inversión que compra los activos del sector privado y paga los dividendos a todos los residentes de Estados Unidos en forma de una renta básica universal. Alaska ya tiene un fondo de este tipo. Si es suficientemente bueno para Levi Johnston, es suficientemente bueno para ti.

5- UN BANCO PÚBLICO EN CADA ESTADO.
¿Sabéis qué otra cosa, realmente, empeora? Wall Street. El sentido principal de un sector económico debería ser recoger los excedentes que el sistema económico al completo ha trabajado para producir, y canalizar ese excedente de riqueza hacia sus usos sociales más valiosos. Es difícil exagerar lo terriblemente malo que ha sido nuestro sector económico en la tarea de alcanzar esta meta básica. Tratemos de cambiarlo permitiendo a los gobiernos estatales entrar en el juego de la banca.

Hay un solo estado que cuenta con la opción de una banca pública: Dakota del Norte. Cuando los ciudadanos de Dakota del Norte pagan sus impuestos, el dinero queda depositado en el banco estatal, que a cambio ofrece créditos baratos a los agricultores, estudiantes y negocios.  El banco de Dakota del Norte no crea sórdidos créditos destinados a no poder ser pagados, los corta en pedacitos inescrutables y los vende en un mercado secundario. No anda jugando con incomprensibles derivados para permitir a sus ejecutivos quedarse con billones de dólares. Simplemente da créditos y trabaja con sus deudores para les paguen.

Si esta idea -o cualquiera de las anteriores descritas en este artículo- te suena demasiado bien, hay una lucha política por librar. Pongámonos a trabajar.

Fuente: http://www.rollingstone.com/politics/news/five-economic-reforms-millennials-should-be-fighting-for-20140103#ixzz2pQa3LKez

1 comentario:

  1. Muy, muy interesante. Había leído sobre Renta Básica pero lo que habla aquí del trabajo garantizado me ha parecido interesantísimo.

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